domingo, 26 de febrero de 2023

Ruta de los Almorávides y Almohades



LOCALIDADES

Tarifa - Algeciras - Castellar de la Frontera - Jimena de la Frontera - Casares - Gaucín - Benalauría - Algatocín - Benadalid - Atajate - Alcalá de los Gazules - Medina Sidonia - Cádiz - Puerto de Sta. María - Jerez de la Frontera - Arcos de la Frontera - Grazalema - Zahara de la Sierra - Algodonales - Olvera - Setenil - Ronda - Teba - Campillos - Vélez Málaga - Alcaucín - Zafarraya - Alhama de Granada - La Malaha - Las Gabias - Granada

PAISAJE GEOGRÁFICO

El paisaje de esta ruta por tierras de España está configurado por los bosques mediterráneos que forman parte de los tres Parques Naturales que se incluyen en su recorrido.

Desde Algeciras hasta las cercanías de Ronda la ruta bordea por el este el Parque Natural de los Alcornocales. En este espacio protegido, que agrupa los mayores alcornocales de Europa, habitan ciervos, corzos, águilas, halcones y garzas. Es lugar de paso para multitud de aves migratorias.

Pueden realizarse en el Parque diversas actividades recreativas: la espeleología, la escalada, el montañismo, el descenso de cañones, ciclomontaña, o las excursiones a caballo.

El Parque Natural de la Sierra de Grazalema es una pequeña joya emblemática de los espacios protegidos de Andalucía. Un verdadero paraíso para los amantes de las actividades al aire libre, donde realizar duras excursiones, y agradables paseos por riberas umbrías, hasta planear en parapente o remar en las aguas embalsadas.

Al este de Ronda, ocupando buena parte de su Serranía, se encuentra el Parque Natural de la Sierra de las Nieves. Desde las alturas de sus cimas rocosas hasta la profunda cicatriz del río verde, la cabra montés es el animal emblemático del Parque, pero también abundan los corzos, las nutrias, los azores o el halcón peregrino.

PAISAJE HISTÓRICO

La ruta se adentra en los pueblos blancos, muchos de ellos seguidos por las palabras "de la frontera", que indican una romántica época de más de 200 años de lucha entre musulmanes y cristianos. Su mayor atractivo es la visita a lugares con legados árabes muy importantes que nos transportarán directamente al pasado.

Este recorrido muestra la impronta que los pueblos norteafricanos dejaron en la cultura hispanomusulmana. Como resultado de la necesidad de defensa ante el avance cristiano, las tribus almorávides, primero, y almohades después, llegaron a la Península.

De costumbres rígidas y austeras, y una interpretación estricta de la moral coránica, poco a poco fueron fusionando la visión norteafricana del islam con la diversidad peninsular, dando paso a una nueva riqueza cultural en al-Ándalus. La ruta comienza en la zona del Estrecho de Gibraltar, por donde irrumpieron las tribus norteafricanas, y culmina a los pies de Granada.

Esta ruta ofrece la más completa visión de las seculares relaciones entre la Península y el norte de África y del desarrollo de la historia de al-Ándalus, pues discurre entre dos de sus polos esenciales: el Estrecho de Gibraltar, puente hacia el continente africano y Oriente, y Granada, el último bastión de al-Ándalus. El comienzo, los inicios de al-Ándalus tuvieron lugar en las costas del Estrecho. Aquí desembarcaron las primeras expediciones de contingentes musulmanes, que condujeron a la rápida conquista de la Península y dieron al traste con el reino visigodo. En las primeras décadas del nuevo estado, numerosas tribus y clanes bereberes se asentaron en estas tierras meridionales, sobre todo en las serranías hacia Ronda y Grazalema, junto con grupos de árabes, como los que se establecieron en Medina Sidonia o Algeciras. A mediados del siglo VIII jugarían un papel decisivo en la proclamación del emirato independiente que se constituyó en al-Ándalus por iniciativa de Abd al-Rahman I. A fines del IX, la cadena de sublevaciones que agitaron la zona, como la de Umar Ibn Hafsun, testimonian la importancia de una población indígena, islamizada o cristiana, que no siempre se contentó con el gobierno de las autoridades de Córdoba, la brillante capital andalusí. Tendencia a la autonomía que de nuevo se puso de manifiesto al hundirse el califato cordobés y surgir una multitud de pequeños reinos independientes, como los de Arcos y Ronda, sometidos, en definitiva, por otros más poderosos, como fue el de Sevilla. Esta acuciante debilidad política, que no cultural, de al-Ándalus en el siglo XI motivaría la urgente intervención de los almorávides, el movimiento defensor de la ortodoxia islámica nacido entre las tribus del Sáhara occidental, que llevaría a la fundación de Marraquech y a la formación de un poderoso imperio hispano-magrebí. Tras derrotar a los cristianos hispanos como aliados de los reyes de taifas, los almorávides emprendieron el dominio directo de la Península, destronando a príncipes y sultanes e implantando su gobierno efectivo hasta mediados del siglo XII. Para entonces, su poder se desmoronaba en tierras marroquíes ante el ascenso de los almohades, que suplantarían su imperio tanto en África como en al-Ándalus. El siglo XIII, con todo, contempla ya la decadencia de los almohades, batidos en la Península por el incontenible avance cristiano. Paulatinamente, a consecuencia de la caída de Sevilla, Cádiz, Jerez, Medina Sidonia, sus territorios pasan a manos de los castellanos, mientras Ronda y su serranía quedan como baluarte fronterizo del último reino de al-Ándalus, el sultanato nazarí de Granada.

Como monumentos a destacar en esta ruta: el Castillo de Guzmán el Bueno, las murallas y las torres costeras de Tarifa, los torreones costeros de Algeciras, el castillo de Castellar de la Frontera, la fortaleza de Jimena de la Frontera, los Castillos de Ronda y Gaucín o el castillo-alcazaba de la Estrella en Teba.

Comprende esta ruta una subrruta que parte de la provincia de Cádiz, concretamente de Alcalá de los Gazules, pasando por Medina Sidonia, Cádiz, Jerez de la Frontera, Arcos de la Frontera y Grazalema hasta llegar a Ronda, donde continuamos por Teba, Campillos, Antequera, hasta llegar a Granada.

PAISAJE GASTRONOMICO

La gastronomía típicamente andaluza que encontramos en la ruta tiene un marcado acento campero, preparada con el sello inconfundible de la tierra. El gazpacho, la berza, el ajo campero, la piriñaca, el rabo de toro o la sangre con tomate son algunos de los platos populares de su cocina.

Los excepcionales vinos que produce la zona son el perfecto acompañamiento para una serie de platos que llevan "al Jerez" como apellido.

Las chacinas, los quesos y los dulces son productos también relevantes en esta ruta.

El viajero hará bien en buscar la famosa morcilla rondeña, elaborada con sangre y manteca de cerdo, y condimentada con pimienta, orégano, clavo, pimentón, cominos y cilantro.

En Antequera se hace el morcón antequerano, con carne picada de cerdo adobada con pimentón, y en Archidona la sopa ochavada, compuesta de ocho verduras, que se toma en un plato de ocho lados.

También se elaboran quesos con leche de cabra. El de Antequera es cilíndrico, fresco y con poca sal y se puede encontrar todo el año. El de Ronda es más elaborado y se conserva en aceite de oliva.

En el apartado de dulces, conviene no dejar pasar la ocasión de probar los mantecados de Antequera, las célebres y exquisitas yemas del tajo de Ronda y los roscos de Loja.

Un apartado propio, repleto de reminiscencias andalusíes por sus fórmulas de elaboración y el uso de especias, está formado por la repostería que endulza todo el trayecto: pestiños, amarguillos, alfajores, tortas y un sinfín de variedades que glorifican los sentidos. En cuanto a la artesanía, su notable diversidad comprende desde la encuadernación de lujo o la fabricación de instrumentos musicales de talleres gaditanos y granadinos, la ebanistería y manufactura de muebles de estilo de Cádiz, Jerez o Ronda, la forja artística y trabajos en metal de Ronda o Granada, a la cerámica, presente en tantos lugares, las labores textiles –como las célebres mantas de Grazalema, confeccionadas en añejos telares–, los artículos en cuero y piel, que tienen uno de sus principales centros de producción en la sierra de Cádiz, la talla en madera de utensilios de uso doméstico y la tonelería, las manualidades a base de fibras vegetales –cestas, canastos, redores…–. Otros ramos como la albardonería o la talabartería, para el arreo de bestias de labor, son testigo de las hondas raíces populares de los trabajos artesanos por estos contornos.

Los almorávides: Son tribus nómadas del oeste del Sáhara que, a mediados del siglo XI, comienzan a extender su poder por el norte de África. Su nombre proviene de al-Morabitun, las gentes del ribat, la fortaleza monástica. Hacia 1070 fundan Marraquech, la gran ciudad que dio nombre al reino de Marruecos, y en 1086 desembarcan en la península Ibérica para contener el avance cristiano por tierras de al-Ándalus. Tras establecer su dominio sobre la España musulmana, terminan forjando un imperio que abarca desde Zaragoza hasta Senegal. Según Ibn Jaldún, ante el poder arrollador de los almorávides, “la autoridad de los reyes de taifas desapareció como si jamás hubiera existido”.



De Algeciras a Granada
 

El recorrido de esta Ruta, que parte de la ciudad de Tarifa es la mejor forma de descubrir la herencia de los Almorávides y los Almohades, dinastías de origen africano que dejaron su impronta en numerosos vestigios arquitectónicos en al-Ándalus.

El camino discurre por 400 kilómetros a lo largo de dos ramales por las provincias de Málaga y Cádiz, visitando poblaciones costeras, de campiña y de sierra. Después de visitar atractivas ciudades como Cádiz y Jerez de la Frontera, ambos ramales confluyen en Ronda (Málaga).

En su parte final, este camino transcurre por la Axarquía malagueña y sigue hasta llegar a Granada el recorrido descrito en el libro de viaje o “Rihla” de Ibn Battuta, viajero nacido en Tánger y que en sus relatos reflejó la sociedad del siglo XIV. Los restos musulmanes que encontramos en esta Ruta son esencialmente defensivos, tales como el castillo de Vélez Málaga.


Itinerario:

Tarifa–Algeciras–Castellar de la Frontera–Jimena de la Frontera–Casares–Gaucín–Algatocín–Benalauría–Bendalid–Atajate–Alcalá de los Gazules–Medina Sidonia–Cádiz–El Puerto de Santa María–Jerez de la Frontera–Arcos de la Frontera–Grazalema–Zahara de la Sierra–Algodonales–Olvera–Setenil de las Bodegas–Ronda–Teba–Campillos–Vélez Málaga–Alcaucín–Zafarraya–La Malahá–Las Gabias–Granada